Hay muchas maneras de recompensar, dar prebendas o agradecer a empresas, negocios o personas, pero lo que esta claro es que desde la gestión política no se puede tolerar, pues se puede considerar una forma encubierta de corrupción política. Es costumbre la adjudicación de servicios, obras o cualquier contingencia a perfiles afines o incluso miembros integrados en formaciones políticas, con el consiguiente perjuicio a terceros y sobre todo el escandalizar a los ciudadanos.