El haber nacido en el Reino de Valencia trae intrínseco en el ADN el sentimiento y el orgullo además de la necesidad de defender y luchar por nuestros valores como valencianos, de ahí que no sea necesario el estar dando mandobles de tambor con la cantinela de la Real Señera y Normas del Puig, eso ya está dado más que por sabido.

            El Valencianismo, y por ende la necesidad de defender y luchar por nuestros valores y derechos es una cuestión mucho más profunda, con mayor enjundia y calado dentro de la sociedad valenciana, tenemos al enemigo dentro de nuestra fortaleza y hay que impedir que se propaguen, y desde luego hasta el momento lo están haciendo a la perfección, y ¿Cuál es la consecuencia principal?, pues es muy sencilla y a la vista de todos, el valencianismo quiere la UNIDAD en todos los frentes, ya sea político, asociativo o de cualquier índole, pero al parecer el corral tiene demasiados gallos de pelea y eso es la adrenalina que los catalanistas están usando como fortaleza.

            Nos tienen cogidos por donde más nos duele, y no es la parte noble de la entrepierna masculina, sino en la cultura, la lengua, las tradiciones y sobre todo en algo fundamental, la dirección del gobierno de nuestro REINO, y ante eso la batalla debe de ser crucial, con valentía, decisión y sobre todo coraje, pero igualmente con cabeza, con una dirección unánime y con las ideas y posturas muy definidas y claras desde el principio, pero nos preguntamos siempre ¿Y cómo se consigue esa unidad?, vaya ese es el principal escollo en este asunto, no somos capaces de unir esfuerzos, ideas, presiones, sino que cada uno va a la suya y a bien quien consigue ser el caballo ganador. Hay unos cuantos frentes abiertos, varios lideres, y en definitiva cada uno rema a su condición, sin embargo, algunos están por la labor de unir esfuerzos, pero hay otros que ante su mediocridad o verse falto de liderazgo, prefieren echar a rodar todo y sálvese quien pueda, al tiempo que hunden la nave.

            “No va más, Señores” que diría cualquier crupier de un Gran Casino, es el momento de todo o nada, de hacerse con las riendas del poder o dar por perdida nuestra señas de identidad como REINO DE VALENCIA, de nuestra mano esta, basta ya de insensateces, de absurdas propuestas y de banalidades, demagogias y sobre todo del egocentrismo manifiesto, nuestro REINO nos necesita ahora más que nunca, debe de empezar la gloriosa reconquista de nuestras señas de identidad y eso solo se consigue UNIENDO ESFUERZOS, ¿Que más da quien sea el Capitán de las Tropas, acaso no vale mucho más el recuperar nuestra identidad?, hagamos el esfuerzo unánime, desterremos represalias, sobreponernos a la división de ideas e ideologías, aquí solo cabe una sola ideología, el VALENCIANISMO PURO.

            Ha llegado el momento de que cada uno ponga las cartas sobre la mesa, de ver las diferentes posturas, criterios y de ahí sacar una conclusión y sobre todo una unidad con la cual hacer frente al adoctrinamiento catalanista y sus siervos. Pero antes de hacer nada, debemos de tener una cosa muy clara, esto es POLITICA, no es ningún juego de chamelo, tute o julepe, es algo muy serio y hay que tener muy presente que venimos a defender y a servir a los VALENCIANOS, a conseguir sus señas de identidad sin escatimar esfuerzos, pero ante todo con humildad, sabiendo lo que hacemos y desde luego sin intereses personales ni en erigirnos en capitanes a toda costa, por nuestros hechos seremos juzgados.